Cabecero de hierro.

Nos traen un cabecero de hierro que tiene multitud de desconchones en la pintura y que necesita un buen pulido en los dorados.




Tras el pulido y el nuevo acabado en tonos verdosos, hemos dado nueva vida a la pieza.

Vitrina.

Nos traen una vitrina que a juzgar por el estado, ha debido de haber pasado los últimos años en alguna cocina y rodeada de humedad. Se hace necesaria una limpieza a fondo debido a los abundantes restos de grasa.




Algunos trozos de chapa se levantan al secarse después de fregar. Habrá que repararlos.

Es un trabajo lento y meticuloso, pero no hay más remedio que revisar todo al detalle.




Listo para llevar.

Espejo con copete.

Esta vez se trata de un espejo enorme y pesadísimo debido al grosor de su cristal. El llamativo copete tiene algunos de sus adornos rotos o faltan elementos.



Tras eliminar el barniz completamente, se recomponen los adornos.

Las partes que se han perdido, se rellenan con masilla.

Tras lijar e igualar, el acabado es más que digno.



De vuelta para casa.

Recuperación de una cómoda.

Aqui tenemos una cómoda a la que hace falta un cambio de cara y una buena limpieza.



La tapa en muy mal estado, tiene abundantes desconchados y marcas de vasos.



Tras eliminar el barniz, las imperfecciones en la chapa se han más visibles.




Se procede a colocar nuevas chapas en los huecos.

El fondo de uno de los cajones estaba inservible.

Tras colocar una nueva chapa en la tapa, se da el acabado final.

El resultado ha merecido la pena.