



Esta vez se trata de un espejo enorme y pesadísimo debido al grosor de su cristal. El llamativo copete tiene algunos de sus adornos rotos o faltan elementos.




Tras eliminar el barniz completamente, se recomponen los adornos.


Las partes que se han perdido, se rellenan con masilla.


Tras lijar e igualar, el acabado es más que digno.




De vuelta para casa.
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